Estás ahí

sábado, 24 de noviembre de 2012
Mientras el día trascurre sin mayores avatares,
una palabra que pensé tres segundos antes
se aparece en la hoja del libro
que leo en un recreo laboral.
No me gustan las casualidades.
A veces.
Será que estuve atenta y la ví,
entre medio de tantas palabras.
Como ahora, que en un leve movimiento de cabeza,
visualizo la gamuza sobre la mesita de luz,
que dejé hecha un bollo, dispuesta, sin mayores ambiciones,
a sacudirme la nieve del invierno
y a limpiarme de todos los ayeres.