una palabra que pensé tres segundos antes
se aparece en la hoja del libro
que leo en un recreo laboral.
No me gustan las casualidades.
A veces.
Será que estuve atenta y la ví,
entre medio de tantas palabras.
Como ahora, que en un leve movimiento de cabeza,
visualizo la gamuza sobre la mesita de luz,
que dejé hecha un bollo, dispuesta, sin mayores ambiciones,
a sacudirme la nieve del invierno
y a limpiarme de todos los ayeres.
2 Gotitas:
Te conectas,
te enlazas,
te vinculas
a tu mundo,
a tu percepción,
a tu universo.
Ves entonces manifiestas,
plasmadas,
y determinadas,
tus elecciones,
predilecciones,
y decisiones.
Antes de que estén,
antes de que se den,
antes de que sean,
mientras flotan,
mientras navegan,
mientras vuelan...
En los múltiples, diversos y variados,
universos probabilísticos, paralelos,
con sus realidades, a veces,
diagonales, horizontales y hasta verticales.
Y es entonces cuando,
en esa sensibilidad,
especial, y sin igual,
que te hace única y diferente,
a veces, te acuerdas de los ayeres.
Y ya no quieres gamuza que limpie,
ni olvido que mate,
sino franela de materia,
y esencia pura, que aunque imperfecta,
limpie, cure y ame de verdad...
Entonces allí, justo en ese momento,
te acuerdas de lo que no fue,
de lo que podría haber sido,
te acuerdas de lo que huyes,
y allí, justo allí...
Te acuerdas de mi.
Anónimo dijo algo muy lindo pero me mata la curiosidad de saber...
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